03 octubre 2011

Este café está que pela

Hace unos días, mientras tomaba café, me preguntaron cómo era posible enfriarlo con solo soplar, si, en teoría, nuestro aliento ronda los 37 grados centígrados.

Lo primero que hay que saber es que en realidad no enfriamos el café, si no que retiramos el vapor caliente que hay en la superficie del mismo. Este vapor está compuesto por moléculas de agua lo suficientemente energéticas (o sea calientes) como para escapar de su estado líquido y formar ese "humo" sobre la superficie del líquido. Mientras permanece flotando sobre la taza parte de estas moléculas vuelven al café devolviendo su energía/calor al líquido.

Al soplar, como ya he dicho, no enfriamos el café, si no que retiramos estas moléculas de agua más calientes de modo que no puedan volver de nuevo a la taza, o lo que es lo mismo, le quitamos energía al café, haciendo decrecer la energía media (temperatura) del conjunto.

A esto se llama enfriamiento por evaporación, y también explicaría porque en pleno Agosto nos refrescamos con sólo un abanico, la brisa del mismo, aunque no sea aire fresco, aleja de nuestro cuerpo el vapor de la transpiración, haciendo que nuestra temperatura baje.

Un saludo Josantonio

1 comentario:

Juan Manuel dijo...

Y por eso seguimos refrigerando ciertos componentes de ordenadores con simples ventiladores.